AHORA Y ENTONCES

LA OFICINA CENTRAL O INTERGRUPO E INTERGRUPAL: “AHORA Y ENTONCES”.

Fundados y respaldados por los grupos locales para llevar a cabo las funciones de una oficina centralizada, los Intergrupos les han brindado a miles de alcohólicos desesperados su primer contacto con Alcohólicos Anónimos, sea por teléfono, en persona o, cada vez más, en línea. Con 469 Oficinas Centrales
o de Intergrupos inscritos en la Oficina de Servicios Generales sólo en EE.UU. y Canadá (y casi 700 mundialmente), es tan fácil “encontrar” A.A. actualmente que a menudo olvidamos que hubo un tiempo en que se hacía de rogar.            En los primeros tiempos, “No era muy fácil encontrar A.A.”, escribió un veterano. “Un grupo de curas, jueces y policías cuidadosamente escogidos sabía de A.A. Nuestro número de teléfono no aparecía en las guías telefónicas y sólo se conseguía marcando Información”. Era un intento decidido por asegurar que cualquier persona que quisiese abstenerse fuera lo suficientemente sincera como para hacer un verdadero esfuerzo. Pero a menudo era un juicio muy subjetivo el de juzgar hasta qué punto llegaba el
deseo de otra persona de dejar de beber y, afortunadamente, la Tercera Tradición lo eliminó.

En los primeros días, existía el Comité Central en Cleveland, Ohio, en que, para octubre de 1939, un grupo de siete miembros se reunía con regularidad para coordinar sus esfuerzos en torno a hospitalizaciones y apadrinamiento, haciendo un trabajo vital en una época en que sólo el error de un solo miembro
o la disolución de sólo un grupo parecía amenazar la propia existencia de A.A.

Lo que Bill W. llamó “el primer Centro de Servicio Organizado de A.A.”, el precursor del Intergrupo de hoy día, surgió en el suburbio de Evanston, en Chicago. Por 1940, un miembro de A.A. de nombre Sylvia empleó el dinero de su pensión conyugal para el alquiler de un apartamento y poner una línea telefónica. En 1941, después de la publicación del artículo de Jack Alexander sobre A.A. en el Saturday Evening Post, el apartamento de Sylvia empezó a parecerse, según Bill, “algo así como un Grand Central de Chicago”, con tantas llamadas telefónicas que Sylvia tuvo que pedirle ayuda a Grace Coutice, una secretaria no alcohólica. Finalmente, Sylvia y Grace mudaron el local a mejores espacios de oficina en la zona del Loop (a sólo unas cuadras de distancia de la actual Oficina de Servicios del Área de Chicago). Aquí, según escribió Bill, le dieron la bienvenida a “un flujo de solicitantes tras el Paso Doce, la hospitalización u otro tipo de ayuda”

La mayor parte de las primeras Oficinas de Intergrupo ni se aproximaban a este nivel de sofisticación. Eran sencillamente líneas telefónicas inscritas como de A.A. pero que en realidad pertenecían a hogares de miembros. Aún así la oficina de Sylvia inspiró en esta primera etapa por todo el Medio Oeste la
apertura de numerosas Oficinas Centrales o de Intergrupo, en particular en Green Bay, Wisconsin, y Minneapolis, Minnesota.

En la costa del este, el Inter-Grupo de Nueva York básicamente se inauguró en junio de 1940 cuando abrieron las puertas del 24th Street Clubhouse en el 334 West de la calle 24 y empezó a servir a los miembros de Alcohólicos Anónimos en la zona metropolitana. Para 1942 el Club, como se le conocía a la sazón, empezó a prestar servicio no sólo como un mero local de
reuniones, sino que de hecho funcionó como un Comité Central para más de20 grupos de A.A., con dos secretarios asalariados que contestaban las llamadas y atendían el despacho de 12 a 14 horas por día. Se contaban entre los primeros “trabajadores especiales” de A.A., tal como se describe en la Tradición Ocho, recibiendo pago para hacer posible el trabajo de Paso Doce de,A.A., en contraste con los miembros individuales de A.A. que voluntariamente llevaban el mensaje como parte de sus propios esfuerzos de Paso Doce. Con el tiempo, para 1946, se estableció el Inter-Grupo de Nueva York, mudándose del Club (era difícil llevar a cabo el trabajo del intergrupo en un ambiente social que
incluía un juego de póker interminable y, en cierto momento, un restaurante) a un espacio en el West de la calle 75.

Para cuando se celebró la primera Conferencia de Servicios Generales en abril de 1951, por lo menos 16 Oficinas Centrales o de Intergrupo estaban a la disposición de los grupos locales. Como antecedían la formación de la estructura de servicios generales y llevaban a cabo otra función de A.A., no formaban parte de la estructura de A.A. (salvo en Chicago, donde la Oficina de Servicios y el Comité de Area básicamente son uno solo). A veces a lo largo de los años, sus servicios han coincidido, pero, en la mayor parte, los Intergrupos y Servicios Generales han logrado trabajar en armonía.

Matthew C., el gerente de la oficina de Ventura County Central Office (VCCO), es la personificación contemporánea del Gerente de la Oficina Central o de Intergrupo, atendiendo todas las recompensas y los retos que esto conlleva. La imagen de voluntarios de A.A. contestando llamadas telefónicas de alcohólicos que aún sufren o de miembros de A.A. en busca de una reunión o información, sigue siendo más o menos precisa. “Rotamos los turnos de los voluntarios. Siempre hay por lo menos uno en la oficina y unos 60 a 70 dispuestos a que les pasen las llamadas a sus hogares después de las horas de cierre”, dice Matthew.
En VCCO reciben unas 500 o 600 llamadas al mes, pero este número es inferior a los años anteriores debido al Internet, que ha resultado ser, para bien o para mal, un cambio radical para las Oficinas Centrales o de Intergrupo. Dado que tantas personas descartan las llamadas telefónicas a favor de visitar el sitio web de VCCO, la prueba beta que Matthew está iniciando se dirige
mayormente a los recién llegados y abre con un banner que reza,
“¿Es A.A. nuevo para ti? ¿Tienes preguntas?”, y una página web
con respuestas a las preguntas más frecuentes.

Matthew piensa que se produce “cierta tranquilidad” en individuos al poder explorar respuestas a sus preguntas sobre la bebida sin tener que hablar directamente con alguien, pero también puede perderse algo: “Esa conexión cara a cara con otra persona”. Así que el sitio web anima a la gente a que
llame, cualquier día a cualquier hora del día o la noche. Cuando llaman, pueden ocurrir milagros. Tal como tantos de los Servidores en Intergrupos y Oficinas Centrales, Matthew tiene “historias de la guerra”. Una vez, un alcohólico que intentaba desintoxicarse llamó a VCCO, seguro de que estaba sufriendo un ataque cardíaco. “Estaba en mal estado”, cuenta Matthew,
“y después de una larga conversación le convencimos a que llamara al servicio local para emergencias y fuera a la sala de emergencia”. Pocos años después, ese mismo alcohólico, actualmente sobrio, entró a la oficina y le dio las gracias.
En Chicago, la Gerente de Oficina Katie M. describe el muy exitoso sitio web de la Oficina de Servicios del Área de Chicago (CASO). Goza de un promedio de 100,000 visitas al mes, y, de ellas, un 26 por ciento se hacen por primera vez.

Katie describe CASO como “un ancla” para el área del Gran Chicago y el Condado de Cook. “Tenemos una librería, y todos los comités permanentes, tales como los de correccionales, hospitales e instituciones, Grapevine, etc., se reúnen aquí por las noches. Se incorporan otros distritos a las reuniones, así que ponemos a la gente en contacto con la estructura de servicio”.
Ella añade que CASO recibe alrededor de 700 llamadas todos los meses. pero le parece que son diferentes a las llamadas de antes. “La mayor parte no necesariamente son de personas que quieren ir a su primera reunión o hablar de sus problemas con la bebida. Por ejemplo, recibimos llamadas de trabajadores sociales que tratan de conectar a alcohólicos con una reunión. A menudo es cuestión de crear puentes”.

Al igual que a muchos gerentes de Intergrupos y Oficinas Centrales, a Katie le preocupa el estado de las finanzas de la oficina. Como todo Intergrupo, CASO sirve como centro distribuidor de información sobre grupos locales y reuniones y es responsable ante los grupos que sirve. A su vez, estos grupos facilitan voluntarios para el trabajo de Paso Doce (es decir, contestando llamadas), supervisan las políticas y procedimientos a través de sus representantes de Intergrupo y ofrecen ayuda financiera. CASO disfruta de una sólida reserva prudente, pero Katie siempre anda buscando la forma de reducir gastos, sobre todo porque las aportaciones de los grupos se han ido disminuyendo. “Sólo el
23 por ciento de los grupos aportan a la oficina”, dice Katie, “y las contribuciones individuales [que pueden ascender a $3,000 al año] sólo representan de un 5 a 10 por ciento”. Y el comercio electrónico afecta la forma en que pueden hacer negocios. “La gente puede adquirir el Libro Grande más barato y más rápido de las tiendas en líneas no de A.A. que viniendo a la librería para comprárnoslo a nosotros”.

Una solución a este problema sería recurrir a los grupos. Katie M. manda una carta solicitando contribuciones cada Noviembre, y los representantes de Intergrupos discuten la necesidad de financiación en todas las asambleas de área.
Pauline D., Gerente de la Oficina del Intergrupo del Norte de Virginia (NVI), está de acuerdo con que el trabajo de ampliación del alcance a la gente es indispensable: “El año fue desastroso para nosotros un par de años atrás,” dice. “Así que hicimos un plan de divulgación importante, informándole a la gente cómo funciona el Intergrupo y cómo se financia. Les pedimos a todos
nuestros representantes que les dejaran saber a sus grupos que el Intergrupo necesitaba su ayuda. En Noviembre promovimos en serio los Planes de Cumpleaños. Y mandamos al Coordinador del Intergrupo a visitar cada uno de los 14 distritos que servimos y hablar de nuestra misión. Pareció darnos buenos resultados (Pauline y NVI están organizando el 32º Seminario Anual
de Intergrupo/Oficina Central/AAWS/AAGV, a celebrarse del 6 al 8 de octubre de este año. Este seminario anual proporcionaun foro para el intercambio de ideas y experiencias compartidas para los que están en primera línea de la labor de A.A. Los participantes son gerentes de Intergrupos u Oficinas Centrales, representantes de Intergrupo, personal de la OSG y Grapevine y miembros de las juntas de AAWS y Grapevine.)
Jennifer R., Gerente de la Oficina del Intergrupo de Miami-Dade, una oficina con un largo historial que se remonta a los años 40, ha visto disminuirse el número de grupos en el área. Hay un promedio de sólo tres o cuatro llamadas por día a la línea directa, quizás por el hecho de que mucha gente utilizan el sitio web o la aplicación de Meeting Finder [Buscador de Reuniones]. Con el cierre de tantos grupos y el aumento del alquiler que afrontan otros, han mermado las aportaciones al grupo de Miami-Dade. Ambos, Jennifer y otro empleado, trabajan a tiempo parcial. Sin embargo, son sumamente productivos, preparando y repartiendo directorios de las reuniones, administrando el sitio web, vendiendo literatura de A.A. aprobada por la Conferencia, proporcionando materiales de servicio, publicando un boletín mensual y asegurando que haya voluntarios de A.A. para contestar los teléfonos 24 horas al día, todos los días. Jennifer habla español y, entre muchos deberes, se encarga de colaborar con los Intergrupos de habla hispana,
que no tienen su propia oficina pero que se turnan por grupo cada mes para contestar llamadas.

Hay que educar a los jóvenes que ingresan a A.A. acerca del Intergrupo, dice Jennifer, y tienen que aprender a ofrecerse como voluntarios. En realidad,
A.A. sin intergrupos no sería A.A. “Si no estamos presentes, si alguien llama
pidiendo ayuda y no hay quien conteste el teléfono, entonces habremos
fracasado”.

Coco T., Secretaria Ejecutiva del Intergrupo de Nueva York (NYIG), coincide en que un Intergroupo pujante es sumamente importante para la comunidad de A.A. que presta servicio. En el caso de NYIG, esta comunidad incluye 1,438 grupos activos inscritos en la oficina de NYIG y 3,642 reuniones documentadas en el registro de reuniones. No es de extrañar que las oficinas de NYIG en la
Séptima Avenida están abiertas los 365 días del año entre las 9 de la mañana y las 10 de la noche y tienen voluntarios para contestar llamadas entre las 9 de la mañana y las 2 de la mañana. “No dejamos escapar ninguna oportunidad
para compartir con otros alcohólicos”, dice Coco, sobre todo desde que el sitio web ha cambiado el paradigma del Intergrupo. Hasta agosto de 2016, cuando apareció su nuevo buscador de reuniones, NYIG recibía un promedio de 4,500 a 4,800 llamadas todos los meses. A partir de ese momento, casi inmediatamente, se redujeron las llamadas de unas 3,000 a 3,200 llamadas al mes.

Desde luego que hay ventajas e inconvenientes. La gente puede acceder cada vez más a la información sobre reuniones de manera eficaz y rápida, pero, según Coco, “se nota muy concretamente” la pérdida de 20 a 30 llamadas por día. Cuando un alcohólico llama pidiendo ayuda, se beneficia de comunicarse con un voluntario de A.A. que quizás haya estado contestando llamadas por cinco años y realmente pueda ponerlo en contacto con otro alcohólico. Actualmente recibimos cientos de correos electrónicos pidiéndonos que contactemos a una persona sobre su problema con el alcohol. Es un reto contestar estas llamadas, además de que se pierde el valor de la comunicación cara a cara, el elemento personal del Paso Doce”.
A fin de brindar la conexión humana, Coco asegura que lacina de NYIG sea un lugar acogedor. “Tenemos una biblioteca y un área de archivos a la que la gente puede venir, y de hecho viene, de todas partes por un café y para leer un libro y
ver materiales históricos. Si uno quiere, puede sacar un libro. Nunca se rechaza a nadie.

Aún en esta época electrónica, nos comprometemos a proporcionar copias de todos los volantes que producimos. No todo el mundo, en particular la gente desamparada, tiene acceso al Internet”.

Y el contacto es de provecho no sólo para los alcohólicos que se acercan a NYIG, sino para los 635 a 700 alcohólicos con más de un año continuo de mantener la sobriedad que se ofrecen como voluntarios allí. “No se pueden parar a estos voluntarios,” dice Coco. “Aunque haya seis pies de nieve acumulados en las calles, se presentan”. Cuenta la anécdota de un voluntario que tenía 90 años, un médico que conocía a Bill W. y solía hablar de
cómo había tratado, sin éxito, de que Bill W. dejara de fumar. Se presentaba vestido de traje y corbata una vez a la semana año tras año, aún cuando le fallaba la salud. “Era un señor que reunía elegancia y gracia”, dice Coco. “Solía decirle a su esposa, ‘Tengo que ir a ayudar a la gente’. La misión de su vida era
llevar el mensaje”.
La Oficina Central de Servicio del Área 87 de Montreal, Quebec, que organiza el Seminario de Intergrupo/Oficina Central/AAWS/AAGV de 2018, lleva el mensaje a ambos, los alcohólicos de habla inglesa y de habla francesa.
Según el Asistente Ejecutivo Ginette W., su línea telefónica de ayuda recibe de 500 a 600 llamadas en inglés todos los meses y quizás tres veces más en francés. “Oficialmente somos bilingües pero además tenemos una
presencia de habla hispana”, agrega Ginette. “Hay unos 12 grupos de habla hispana a nivel local que tienen su propio Intergrupo, pero se reúnen en nuestra oficina y les proporcionamos literatura en español”.

Como es el caso en la mayoría de las Oficinas Centrales y de Intergrupo, algunas de las llamadas atendidas por la Oficina Central de Servicio del Área 87 son de alcohólicos que se sienten solos y simplemente quieren hablar, actividad que puede agotar los recursos. “Nunca cortamos estas llamadas”, dice Ginette, “pero nos esforzamos por dirigir a estos individuos a las reuniones, donde puede iniciarse en persona la verdadera recuperación.
También tenemos un grupo de voluntarios dispuestos a hablar por teléfono desde sus hogares, que deja libre a nuestros demás trabajadores”.

Una preocupación constante es cómo reponer el grupo de voluntarios. “Tenemos que recordarles a los grupos que las cosas en A.A. no ocurren como por arte de magia. Conllevan la dedicación a llevar el mensaje. Los 27 distritos de nuestra área tienen 550 grupos, y nos acercamos a cada uno de ellos mediante nuestro boletín y la asistencia de nuestros representantes de intergrupo a las reuniones. También aseguramos concientizar a los grupos sobre el porqué necesitamos dinero, no sobre la cantidad. Tenemos que pagar por la literatura, las líneas telefónicas, el sitio web. El mensaje de recuperación de A.A. es gratuito. Llevarlo le cuesta dinero al Intergrupo”.

La Oficina Central de Servicio del Área 87 tiene un nuevo sitio web en que se destaca un portal dedicado a principiantes. Ginette lo expresa sencillamente: “Necesitamos estar presente donde está la gente. Y, hoy en día, la gente está frente a su computadora y teléfonos inteligentes. Así que debemos dirigirnos allí.”

Muchos que nunca han tenido la ocasión de llamar a un Intergrupo (o que investigan las reuniones en sitios web de pueblos raros sin pensar en quién pueda estar encargado del sitio web) se preguntan por qué deben respaldar un Intergrupo u Oficina Central con sus Aportaciones Financieras. Aunque
colaboran estrechamente con la OSG y los Comités de Servicios
Generales de Distritos y Áreas, no es raro que las Oficinas Centrales y los Intergrupos parezcan alejadas de la Estructura de Servicio. Sin embargo, como se indica en el Manual de Servicio de A.A. (página S42 en la edición en inglés), “Muchas áreas hallan que un intermediario entre la Oficina Central e Intergrupo y el Comité de Área ayuda mucho a mantener buenas relaciones y
la comunicación. En algunas áreas, el intermediario tiene voto en la asamblea; en otras, tiene voz pero no voto”. Además, la Oficina de Servicios Generales publica Guías y otros materiales de servicio que comparten la experiencia acumulada de las Oficinas Centrales e Intergrupos en Estados Unidos y Canadá y mundialmente. Estos materiales definen un Intergrupo como
“Una Oficina de Servicios de A.A. que conlleva colaboración entre los grupos en una comunidad, de la misma manera que los grupos de A.A. en sí representan una colaboración de individuos. Se establece para llevar a cabo las funciones que están en manos de una Oficina Centralizada . . .. Su misión es ayudar a los grupos a realizar su propósito común de llevar el mensaje de Alcohólicos Anónimos al alcohólico que aún sufre”.

Según Coco T., la Oficina de NYIG paga $10,000 al mes sólo de alquiler, una suma relativamente modesta, tomando en cuenta los precios inmobiliarios en Manhattan, mas sin embargo, considerable. Al preguntarle sobre el futuro de los Intergrupos, contesta, “Respondemos a la Comunidad; nuestra obligación es con los grupos. En última instancia, nuestro porvenir depende de ellos. Yo le debo la vida a Alcohólicos Anónimos y espero que siempre haya un Intergrupo”.

A modo de ver de Matthew C. de VCCO, la idea del Intergrupo es la idea de A.A. en sí: “Un alcohólico que aún sufre habla con alguien que se siente como él o ella, que entiende y ha sufrido su humillación, que le ayuda a saber que, después de todo, no está solo”

 

                           Box 4-5-9, Otoño 2017.